Valga una anécdota como excusa para hablar de un gran libro: Hacia 1967 Marianne Faithfull
recomendó a su entonces novio Mick Jagger una novela, recién
publicada, de un escritor soviético. En noviembre de 1968 “Sus Satánicas
Majestades” publicaron “Beggars Banquet”, cuyo primer tema, “Sympathy for de
Devil” (Compasión por el Diablo) estaba inspirado en aquella novela. El escritor era
Mijaíl Bulgakov y la novela, “El maestro y
Margarita”.
Quizá por ello, desde
1928 hasta su fallecimiento en 1940 dedicó todo su empeño a la elaboración de “El maestro y
Margarita”, obra en la que trata, entre otros, el tema de la libertad de creación artística y los intentos de coacción por parte de las autoridades. A lo largo de todos esos años Bulgakov realizó numerosa versiones de su obra pero no llegó a verla publicada en vida.
Gracias a la perseverancia de su mujer fue posible que llegara al público
veintiséis años después de su muerte, siendo inmediatamente reconocida como una
de las obras maestras de la literatura rusa del siglo XX.
“(El hombre) no era ni pequeño ni enorme;
simplemente alto. En lo que se refiere a su dentadura, tenía a la izquierda
coronas de platino y a la derecha, de oro. Vestía un elegante traje gris, unos
zapatos extranjeros del mismo color, y una boina, también gris, le caía sobre
la oreja con estudiado desaliño. Llevaba bajo el brazo un bastón negro con la
empuñadura en forma de cabeza de caniche. Aparentaba cuarenta años y pico. La
boca, algo torcida. Bien afeitado. Moreno. El ojo derecho, negro; el izquierdo,
verde. Las cejas, oscuras, y una más alta que la otra. En una palabra:
extranjero.”
Así
describe Bulgakov a “Voland”, es decir el Diablo, en el primer capítulo de “El
maestro y Margarita”, escrita como ya ha quedado dicho entre 1928 y 1940 pero
no publicada hasta 1966, en versión censurada, en la revista literaria Moscú. El texto no vió la luz íntegramente hasta 1973. La novela comienza con una cita del Fausto de Goethe: “- Aun
así, dime quién eres. - Una parte de aquella fuerza que siempre quiere el mal y
que siempre practica el bien.”
La cita
es muy significativa porque Voland y sus tres particulares ayudantes, Asaselo,
Koróviev y Popota, cometen, más por diversión y capricho que por maldad, todo
tipo de atropellos y barbaridades, impartiendo de paso una cierta justicia que hace que hasta resulten
simpáticos en muchas ocasiones.
La novela
entremezcla tres narraciones. En la primera, en el Moscú post-revolucionario de
1930, el Diablo se presenta bajo la forma antes descrita a dos tranquilos ciudadanos moscovitas que, con el pretexto de un ensayo escrito por uno de ellos, discuten
acerca de la existencia (que niegan) de Jesucristo. El forastero interviene en
la conversación afirmando que Jesucristo existió, puesto que él estaba presente
en el momento de su muerte en la cruz, y a continuación empieza a relatar el
encuentro de Poncio Pilatos y Jesucristo, que también presenció. Posteriormente, una sesión de magia negra en un abarrotado teatro moscovita, a cargo del mismísimo Diablo, desencadenará una sucesión de divertidos acontecimientos. Por su parte, el relato de Poncio Pilatos tendrá continuación en otros posteriores dando forma, en un estilo diferente al del resto de la obra, a la segunda narración de la novela.
Con la
tercera narración, sobre el amor entre el maestro y Margarita, se descubre que
la historia de Poncio Pilatos es la obra censurada del personaje conocido como
el maestro, alter ego de Bulgakov, al que por deseo de Margarita, el Diablo libera del psiquiátrico en el
que la maquinaria del régimen lo tiene aislado. Al igual que Bulgakov en el
proceso creativo de “El maestro y Margarita”, el maestro quema el manuscrito
original de su obra sobre Poncio Pilatos, pero en la novela Voland se encarga de recuperarlo intacto del fuego (De este episodio parece proceder la expresión “los manuscritos no arden”, muy popular, según se dice, en Rusia). Bulgakov, en cambio,
no tuvo ayuda del Diablo ni de nadie y no le quedó más remedio que reconstruir su novela
desde el principio.
La
tercera narración concluye caóticamente con el Baile del Plenilunio de
Primavera, acontecimiento anual al que asisten los más grandes pecadores de
todas las épocas, cuya celebración tiene lugar en esta ocasión en Moscú, y para
el que Voland ha elegido como acompañante a Margarita.
Como
curiosidad y prueba del éxito de la novela, baste decir que existe en la
actualidad en Moscú una ruta turística mefistofélica, cuyo principal atractivo
es la habitación en la que vivió de alquiler Bulgakov, en el apartamento 50 del 302 de la calle Sadóvaya, actualmente
número 10 de la calle Bolshaya Sadóvaya, convertida en lugar de peregrinación
de entusiastas de su obra así como de otros grupos marginales. Durante muchos años estuvo instalado en este lugar un museo dedicado a la vida y obra del escritor, hasta que en diciembre de 2006 un fanático religioso lo destruyó por considerar que albergaba propaganda satánica. No hay que olvidar que los clérigos más integristas de la Iglesia Ortodoxa Rusa calificaron la novela como "el quinto evangelio, el de Satanás".
El piso era una komunalka, lugares donde vivían varios huéspedes compartiendo la cocina y el baño, y en la novela es allí precisamente donde instala su cuartel general Voland.
Es también el punto de partida de un interesante
recorrido por uno de los entornos más bellos y emblemáticos de la capital rusa,
el barrio del Arbat, el Montmartre de Moscú, barrio que Margarita recorre en la novela a lomos de su escoba camino del Gran Baile.
Polémicas aparte, "El maestro y Margarita" no ha perdido vigencia a pesar de los años transcurridos desde su creación y su lectura desconcertantemente y divertida engancha de principio a fin.
Volviendo brevemente a la anécdota inicial, la canción de los Stone
está considerada por cierta crítica musical como
una de las mejores canciones de la historia del rock. En 2004, la revista
Rolling Stone la incluyó en el puesto 32 en su lista de las 500 canciones más
grandes de la historia.
“Sympathy for the
Devil” es también el título de una película de 1968 de Jean-Luc Godard,
titulada “One plus One” en Europa, acerca de la contracultura de finales de los
años sesenta. Godard quería filmar a
los Rolling Stones en su estudio y coincidió con el proceso de grabación de este tema.
No los conocía, pero el libro me lo apunto sin duda, muy interesante, y el tema de los Rolling fantástico, con una fuerza que se sale.. geniales.
ResponderEliminarBuena entrada Patxi, te felicito.
Un abrazo. Feliz semana.